Nos ocurre a muchos: Cuando nuestra barba empieza a crecer, nos sorprendemos al descubrir que no tiene el aspecto que esperábamos. Lejos de crecer lisa y uniforme, en muchas ocasiones crece de manera irregular, dejando surcos en nuestra cara, y formando remolinos a medida que se va poblando. Por no hablar de la diferencia de color con nuestro cabello, lo que también supone un tema verdaderamente sorprendente.
Esta diferencia con nuestras expectativas puede desilusionarnos en gran medida, sobre todo si hemos estado mucho tiempo valorando la opción de cambiar de look y dejar crecer la barba, sopesando los posibles problemas que esto nos pudiera traer.
No obstante, no todo está perdido; existe solución para conseguir la barba que deseamos, aunque para ello tengamos que modificar su forma o su crecimiento con diferentes productos. Para ello, necesitamos ofrecerle un mantenimiento más exhaustivo; es el precio que deberemos pagar por tener la barba como esperábamos.
Uno de los problemas con los que más deben de lidiar los barbudos son los remolinos. Si bien es cierto que para muchos hombres no suponen problema alguno, para otros sí lo es; y es que una barba lisa queda mucho más ordenada que una barba llena de remolinos, y esto, según para que looks, puede resultar muy interesante.
Veamos a ver que posibilidades encontramos para deshacernos de esos remolinos tan incómodos para algunos.
Los remolinos. ¿Qué son?
Llamamos remolino a ese mechón de barba que se resiste a mantener una determinada forma que no sea la natural, por mucho que lo intentemos. Se trata de un crecimiento retorcido del vello, que puede darse en un determinado lugar de nuestra barba o bien sobre toda ella. Se forma cuando los pelos crecen en una dirección diferente a la mayoría de pelos, y tiene su origen en la dirección del folículo.
No nos vayamos a engañar: un remolino es el resultado del crecimiento natural del cabello, y ya sabemos que, ante esto, no podemos hacer milagros. No obstante, si lo que queremos es mantenerlo bajo control, tenemos diferentes posibilidades.
Controlar un remolino: Posibilidades a tener en cuenta
Evidentemente, tener una parte de barba que crece horizontal en vez de vertical no es lo que esperábamos cuando decidimos dejarla crecer. Cuando la barba aún no está demasiado poblada, estos remolinos resultan muy visibles, por lo que pueden chocar con nuestras expectativas. ¿Qué podemos hacer para intentar domar el remolino?
Aunque las posibilidades son limitadas, debido a que los remolinos responden a la tendencia natural de crecimiento, podemos probar las siguientes técnicas:
Optar por barba corta… o barba larga
Sabemos que los extremos no siempre son buenos, pero en este caso, son los que mejor van a disimular nuestros remolinos.
Si optamos por una barba corta, deberemos tener en cuenta que debe de ser lo suficientemente corta como para que no se aprecie el remolino, lo que supone limitarse a la primera aparición de los pelos. Esto, que para muchos hombres supone lucir una imagen muy atractiva, no siempre resulta posible si lo que queremos es transmitir una imagen con un alto grado formal. El problema es que, cuando un hombre decide dejarse barba, no aspira a este tipo de barba, así que la opción de dejarla crecer puede ser, para muchos, la más acertada.
Si optamos por la barba larga, debemos cargarnos de mucha paciencia pues los remolinos se disimularán bien cuando sea lo suficientemente larga como para redireccionar la dirección de crecida. Gracias al efecto de la gravedad, una barba larga queda mucho más lisa y direccionada. Esto ocurre cuando nuestra barba alcanza una medida de 5 centímetros como mínimo, lo que en tiempo se traduce en unos 6 meses aproximados de crecimiento. Aunque seguiremos viendo remolinos en la raíz, la caída de la barba será en vertical.
Alisar la barba
Es otra opción a considerar seriamente si nuestra barba tiene una crecida intermedia y queremos lidiar con esos remolinos tan incómodos. Para ello, podemos optar por usar un cepillo alisador, o bien un cepillo normal ayudados de un secador. Lo más recomendable es llevar a cabo el alisado con la barba mojada, por lo que podemos aprovechar la salida de la ducha para darle un poco de calor mientras la estiramos.
Esta técnica suele quedar bastante bien, aunque tiene dos desventajas fundamentales: La primera de ellas es la exigencia de tiempo que se necesita para ello; la segunda de ellas, es el efecto negativo que el calor, en gran medida, puede tener sobre nuestro cabello facial.
Los bálsamos
Quien no conoce los bálsamos para la barba se está perdiendo un gran mundo de posibilidades. Además de los productos de higiene e hidratación para el vello facial, encontramos una gran oferta de bálsamos para barba. Estos productos suelen estar compuestos de aceites, que, depositados sobre la barba, crean una especie de película protectora que nos permite peinarla y domarla con mucha facilidad. Aunque en algunas ocasiones pueden dejar restos sobre ella, sus ventajas a la hora de domar los remolinos son superiores a sus desventajas. Gracias a ella, podremos mantener el peinado durante horas, a prueba de viento y otros elementos que puedan deformarla.
Cepillar constantemente
Si queremos optar por intentar reducir los remolinos de manera más natural, y sin aplicar productos sobre ella, podemos intentar domarla peinándola frecuentemente. Podemos encontrar, en el mercado, cepillos especiales para peinar nuestra barba. Encontramos, además, una gran variedad de ellos. Los cepillos más recomendables son los de cerda de jabalí. Esta técnica consiste en cepillar la barba un par de veces al día, para intentar acostumbrar a nuestros pelos a seguir una determinada dirección. No se trata de una técnica mágica, no obstante, podemos notar diferencias en poco tiempo. Eso sí, se necesita ser constante y, sobre todo, peinar en la dirección deseada.
No olvides que…
Teniendo en cuenta que, si lees estas líneas, es porque luces barba o estás pensando en dejar de afeitarte, debes tener en cuenta que:
- La barba necesita que nos dediquemos a ella. Recuerda que una barba cuidada ofrece un aspecto mucho más aseado y positivo que una barba descuidada. Invertir tiempo en ella hace que podamos beneficiarnos de todas sus ventajas.
- Las altas temperaturas han empezado a presentarse en nuestra climatología, y de cara al verano, todavía subirán más. Esto supone mayor sudoración, lo que necesita una mayor hidratación e higiene. No descuides el mantenimiento de tu barba; será muy recomendable que lo intensifiques en la época de calor.
- Acepta tu barba tal cual es: Aunque puedas intentar redireccionar esos remolinos que te traen de cabeza, los milagros no existen y la tendencia natural siempre va a estar asomada sobre los folículos. Es necesario una aceptación mínima para poder lucir la barba con seguridad, y que esto no suponga problemas en nuestra autoestima.
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