Una gran proporción de hombres se afeita cada semana. Son muchas las ocasiones en las que nuestras exigencias laborales o determinadas normas sociales nos obligan a tener una presencia adecuada. La barba, aunque puede ayudarnos a ello, también puede perjudicarnos en este aspecto. Y es que, a medida que pasan dos días, nuestros pelos faciales van creciendo y necesitan un cuidado por nuestra parte.
Actualmente existen muchas personas con problemas dermatológicos, cuyos momentos de afeitado suelen ser bastante incómodos. Las pieles sensibles no aguantan de igual manera las cuchillas y/o navajas afeitadoras, y esto hace que, en muchas ocasiones, nuestra piel experimente consecuencias negativas de nuestro afeitado. Si bien es cierto que estos elementos son necesarios para llevar a cabo nuestra tarea, también es cierto que existen algunos consejos que podemos llevar a cabo para minimizar las agresiones que sufre nuestra piel con las cuchillas o navajas. Conocer estos consejos puede ayudarnos a mejorar nuestro aspecto tras el afeitado y evitar que la salud de nuestra piel se resienta.
Consejos para afeitarse con piel sensible
No hace falta que un médico haya determinado que nuestra piel sea sensible. Existen muchos hombres que han normalizado sus problemas de piel y no son conscientes de que tienen problemas en este aspecto. Aunque es cierto que existen determinados elementos especialmente recomendados para personas con estas características, los problemas de la piel sensible en el afeitado pueden mejorar e incluso desaparecer llevando a cabo una serie de consejos a la hora de liberar nuestra barbilla de cualquier pelo presente.
Sí, tras el afeitado, notas tu piel tirante, dolorida, irritada, o notas quemazón, puedes estar teniendo problemas de sensibilidad cutánea. Además, son muy frecuentes las pequeñas heridas tras el paso de la cuchilla o navaja, lo que conlleva a sospechar, más aún, la delicadeza de nuestra piel. Si solemos experimentar estas sensaciones cada vez que nos afeitamos, tenemos muchas posibilidades de estar sufriendo de piel sensible, por lo que estos consejos nos vendrán como anillo al dedo.
Toma nota de todos ellos y ponlos en práctica. Dentro de poco, notarás la mejoría.
No hace falta que varíes tus pasos de afeitado
Una piel sensible debe afeitarse de manera correcta. Para ello, es recomendable seguir los pasos básicos del afectado clásico: limpiar nuestra cara, hidratarla, aplicar espuma de afeitar, proceder al afeitado, aplicar loción post-afeitado o After Shave. Saltarse alguno de estos pasos puede ser contraproducente, por lo que te recomendamos llevarlos a cabo a pesar de las consecuencias.
La hidratación tiene mucha más importancia de la que parece
La hidratación es básica para cualquier persona. Nuestra piel necesita un buen nivel de hidratación para estar sana. Muchos de los problemas dermatológicos que existen se deben a diferentes problemas de hidratación cutánea. Por ello, aquellas personas que sufren de piel sensible deben poner más énfasis en la hidratación de la piel.
La piel se puede hidratar de muchas maneras. La más efectiva y recomendable supone hidratar de manera adecuada a nuestro cuerpo. Esto se consigue debiendo una buena cantidad de líquido. El líquido más recomendable es el agua.
Además, a la hora del afeitado, deberemos poner mayor énfasis en aquellos pasos que nos permiten hidratar nuestra piel, tanto antes como después del afeitado. Para ello, es imprescindible realizar aquellos pasos especialmente destinados a preparar nuestra piel para la agresión de la cuchilla o navaja. Empezando por el lavado previo de nuestra cara antes de aplicar la espuma afeitadora. Además, puede ser recomendable aplicar una loción pre afeitado antes de proceder a aplicar la espuma. De esta manera, prepararemos nuestra piel de modo especial para lo que sigue.
De la misma manera, también pondremos especial énfasis en la hidratación facial después del afeitado. Para ello, será imprescindible aplicar loción postafeitado o After Shave; entre sus efectos, encontramos los de aliviar la irritabilidad, el dolor y la rojez de nuestra cara después del afeitado, por lo que nos ayudará a conservar nuestra salud facial.
Usa la cuchilla o navaja de manera suave
Muchos hombres tienen la costumbre de ejercer demasiada presión de la cuchilla o navaja sobre la piel a la hora de afeitarnos. Teniendo en cuenta que estos elementos son bastante agresivos por contener material muy afilado y cortante, esta práctica no resulta muy efectiva si tenemos piel sensible.
La práctica más recomendable es pasar estas herramientas sobre la piel de manera suave, o ejerciendo una mínima presión sobre ella. Es mucho más recomendable realizar más pasadas sobre un lugar en particular que apretar demasiado y crear cortes u otras lesiones.
Cuidado con la toalla
Una conducta que también resulta muy extendida se lleva a cabo tras el afeitado y no resulta muy recomendable para nadie. Una vez hemos terminado nuestra tarea y nuestra cara está libre de cualquier pelo, cogemos la toalla y frotamos fuerte sobre nuestra cara.
Teniendo en cuenta que nuestra piel ha terminado irritada por la agresión de la cuchilla y/o navaja, este frotamiento puede aumentar la irritabilidad y las lesiones producidas en el afeitado. Esta práctica no es recomendable para nadie, y menos aún para aquellas personas que sufran de piel sensible.
Es mucho más recomendable secar nuestra cara dando pequeños golpes sobre ella con una toalla limpia y seca, sin deslizarla por su superficie. Es cierto que, de esta manera, tardará más en secarla por completo, pero también es cierto que evitará irritaciones y otros problemas indeseables.
Asegúrate de que sus herramientas están en buen estado
El afeitado óptimo se consigue gracias a nuestra práctica y a la calidad de nuestros materiales. Si bien es cierto que la práctica mejora a medida que nos afeitamos, la calidad de los materiales se consigue conociendo las diferentes marcas y características de las que se componen. Optar por materiales de calidad es una de las premisas fundamentales para conseguir un afeitado óptimo. Además, cuidar el estado de las herramientas tiene, también, un papel primordial en el resultado de nuestro afeitado. Evitar usar las hojas que no se encuentra en buen estado y cambiarlas por otras nuevas son acciones muy simples que nos van a permitir prevenir problemas cutáneos y mejorar la salud de nuestra piel.
No te afeites “a pelo”
Anteriormente hemos comentado la importancia que tiene la hidratación en nuestro afeitado. Tanto antes como después, hidratar la piel resulta fundamental para prevenir posibles problemas cutáneos.
Cuando nos afeitamos “a pelo” prescindimos de los pasos que permiten hidratar nuestra piel, por lo que nuestra cara tiene más probabilidades de sufrir las consecuencias de una mayor agresión.
Afeitarse es una actividad que demanda tiempo, por lo que deberemos ofrecérselo siempre que lo necesite.
Con estos seis consejos podrás mantener a raya las particularidades de tu piel sensible de conseguir un afeitado que respete mucho más las características de tu dermis.
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